martes, 3 de diciembre de 2013

Destápate

Erving Goffman

Nació el 11 de junio de 1922 en  Mannville, Alberta, Canada. Murió el 19 de noviembre de 1982 en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos.
Sociólogo y escritor considerado el padre de la microsociología.
Como teórico del interaccionismo simbólico Goffman trató de profundizar en una sociología más interesada en los proceso microsociales de interacción, en estudiar la influencia de los significados de los símbolos sobre la acción y al interacción humana. Instauró una corriente de pensamiento.
En su obra “La Presentación de la persona en la vida cotidiana”, Goffman hace una metáfora teatral para denominar el comportamiento de las personas en una realidad determinada. Así maneja una distinción entre lo que la gente hace en el escenario, que son todas las interacciones que la gente hace enfrente de los demás y las de atrás del escenario en donde domina las interacciones que se mantienen ocultas o se guardan.
Para Goffman no importa lo que uno sea realmente sino lo que se logra parecer pues los hombres son como actores que se esfuerzan a lo largo de su vida social para transmitir una imagen convincente según el escenario y auditorio que enfrentan por ejemplo: la familia, los amigos, la escuela, la oficina, etc.

Trabajos:
  • 1959: The Presentation of Self in Everyday Life
  •  Sciences Research Centre
  • 1961: Asylums: Essays on the Social Situation of Mental Patients and Other Inmates.
  • 1963: Stigma: Notes on the Management of Spoiled Identity.
  • 1967: Interaction Ritual: Essays on Face-to-Face Behavior.
  • 1969: Strategic interactions
  • 1974: Frame analysis: An essay on the organization of experience.
  • 1981: Forms of Talk. Philadelphia
ES PELIGROSO, CONOCE TU IDENTIDAD:
Hace poco tiempo en las Vegas se realizó una exposición poco convencional: Confesiones. Como la frase lo dicta “lo que sucede en las Vegas, se queda en las Vegas”, se cumple. Sin embargo, un grupo de artistas decidieron bajar el telón y demostrar a los demás anónimamente cuales eran esos sucios secretos. ¿El resultado? Confesiones de infidelidad, adicción, desamor y fobia. Se les pedía a los asistentes que escribieran un secreto anónimamente y después estos eran recolectados y colgados en una pared. Las personas entonces podían leer varios secretos y reír o llorar. Fue un desahogo para varios y aunque detrás de una cortina escribieron sus secretos sabían que alguien más los leería y aun así decidieron contarlo.
Como seres humanos necesitamos a menudo poder sentir una mano sobre el hombro, un apoyo invisible pero constante. De vez en vez suceden estos eventos que nos permiten llorar en silencio o reír hasta el hartazgo. ¿A qué Goffman estaría orgulloso de nosotros?
IMBECIL se vuelve flexible por cinco minutos. ¿Quieres contar un secreto y deshacerte de tu máscara? Comenta en esta entrada o busca una lata de aerosol.

Aquí están las fotos de “Confesiones”.

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