martes, 3 de diciembre de 2013

Desde la cárcel francesa

Claude-Henri de Rouvroy, Conde de Saint-Simon

Filósofo y teórico francés nacido en Paris el 17 de octubre de 1760, muere el 19 de mayo de 1825.
Siendo muy joven viajo a los Estados Unidos y participó en la guerra de independencia. Regresó a Francia, se hizo republicano y apoyó la revolución. Fue uno de los fundadores teóricos del socialismo moderno.
El militarismo de Napoleón y el derramamiento de sangre de la revolución francesa influyen en su pensamiento. En sus teorías defendía la idea de que la propiedad privada sería buena si cada individuo recibiera su retribución en función de su capacidad.
Según su pensamiento el primer objetivo del estado debería ser el desarrollo de la producción, por lo que el gobierno tendría que estar en manos de industriales de todos tipos, campesinos, obreros y propietarios. Propuso que los científicos tomaran el papel de los clérigos en la sociedad y que la función de la religión fuera guiar a las clases más bajas de la sociedad en su lucha para mejorar sus condiciones de vida. También proclama la formación de una asociación con la función de impedir la guerra y la abolición de los derechos hereditarios.
Saint-Simon tuvo como colaborador a Auguste Comte y aunque se distanciarían, sus ideas y teorías influyeron mucho en el positivismo de Comte que en su mayor parte está basado en conceptos sansimonianos.
La influencia de la ideología de Saint-Simon es muy profunda en el pensamiento moderno. Visualizó el proceso de industrialización del mundo y creía en que la solución de los problemas de la sociedad serían resueltos por la ciencia y la tecnología.
El conde de Saint-Simon falleció en París. Tras su muerte sus discípulos popularizaron sus ideas, y sus principios y teorías recibieron el nombre de sansimonismo.
Obras:
Vues sur la propriété et la législation (1814)
L'Industrie (1816-1818)
Le Catéchisme des industriels (1823-1824)
El Nuevo Cristianismo (1825)

SE BUSCA POR EL ESPARCIMIENTO DE SUS IDEAS DE ANARQUISMO:

Últimamente la tendencia de colarse a propiedad privada aparentemente abandonada está en ascenso. Se le llama squatting a esta práctica y los que la realizan se amparan en que ellos si cuidan esa propiedad y en algunos casos la hacen trabajar para ellos. Los estudios revelan que varios de los jóvenes que se apropian de edificios en malas condiciones creen en el principio sansimonico de la propiedad privada. Por lo tanto ¿De qué otra manera explicaríamos las colonias de squatters en varias partes del mundo? Si usted sabe del esparcemiento de este virus, háganoslo saber. Al Instituto Mexicano Benevolente Civil (IMBECIL)  le interesa terminar con este germen. ¿Qué sucede si se toman pueblos abandonados y si se les reconstruye? ¿Sería justo que los squatters se beneficiaran con los productos de la tierra que no es suya? ¿Verdad que no? Despúes de todo la tierra le pertenece a los que firmaron el contrato… aunque nadie la trabaje. ¿Le suena esta frase? Pues elimínela de su cerebro. La idea de Saint-Simon simplemente no es posible porque en ese caso los niños de Camboya que trabajan de sol a sol no vivirían en un cuchitril sino en una suntuosa mansión. 

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